lunes, 18 de junio de 2007

Tiempos aquellos en que todo era agradable, sentarse en el metro era un placer, además significaba la instancia perfecta para leer unas cuantas páginas antes de llegar al destino... pero ahora... todo está mal... esto se ha convertido en una batalla campal para alcanzar un asiento, los empujones son el pan de cada día, las señoras irrespetuosas que hacen lo imposible por sentarse, gritan a los jovenes porque llegamos antes a un espacio. Basta con llegar a una estación como Tobalaba para que el cuerpo se ponga rígido para no moverse con la masa que ingresa sin parar al interior del carro. Saben muy bien que no entran mas personas, pero no, siguen entrando, empujando... hasta que terminamos todos apretados hasta ya no poder moverse... con suerte se puede respirar.. todo porque algunos no se despertaron un poco antes y quieren llegar rápido... un verdadero desastre... pero es lo que hay... asi que a seguir luchando.

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